
“¡Esto es un tribunal estadounidense, especie de hijos de perros!”, gritó con toda su ira Udai, hermano de Muntazer al Zaidi, el periodista que lanzó sus zapatos contra el ex presidente estadounidense George W. Bush y que el jueves fue condenado a tres años de cárcel por ese acto.
“No hay ni un sólo hombre honrado entre vosotros”, espetó con el rostro bañado de lágrimas Dunia, una de las hermanas de Muntazer, dirigiéndose a los magistrados del Tribunal Criminal Central de Irak que condenó al periodista, de 30 años de edad.
La familia Zaidi al completo acudió al tribunal, situado en una zona protegida de Bagdad, para escuchar el veredicto contra Muntazer.
El acusado llegó tras una audiencia en la que el juez Abdel Amir al Rubaie declaró que las acusaciones contra él no iban a ser modificadas.
Los abogados del periodista sostuvieron que su cliente estaba acusado erróneamente de “agresión contra un jefe de Estado extranjero en visita oficial” porque, argumentaron, el ex presidente estadounidense fue a Irak en visita sorpresa que no podía calificarse de “oficial”.
El juicio del periodista de la cadena Al Baghdadia empezó el 19 de febrero pero fue postergado para esclarecer la naturaleza de la visita de adiós a Irak de Bush antes de dejar su cargo.
Ante los numerosos abogados y periodistas presentes en la sala, el juez preguntó a Muntazer si se declaraba inocente.
“Sí; mi reacción fue natural, la misma de cualquier otro iraquí”, dijo el periodista, que podía haber sido condenado a un máximo de 15 años de cárcel.
Muntazer se dirigió a la corte de pie, vestido con un traje caqui, una camisa de rayas marrón y unas gafas de montura fina.
El proceso se tensó cuando uno de los abogados del periodista abandonó la sala después de que el juez le impidiera terminar su discurso por considerar que ya había hablado suficiente.
El jefe de la defensa, Dhiya al Saadi, mantuvo que los motivos del gesto de su cliente fueron “honorables”.
“Sólo expresó sus sentimientos. Lo que veía al mirar al presidente estadounidense hablando de sus éxitos en Irak era, simplemente, la sangre de los iraquíes que corría a sus pies”, dijo el abogado.
Muntazez, por su parte, gritó “Irak, larga vida a Irak”, cuando se pronunció la sentencia en su contra, dijo otro de sus abogados.
Algunos familiares del periodista denunciaron que se trató de un veredicto político dictado desde la oficina del primer ministro, Nuri al Maliki.
Sin embargo, uno de los abogados, Aqil Mehdi Al Zubaidi, trató de calmar los ánimos.
“Respetamos al tribunal y no dudamos de su decisión. Aplicó la condena menor posible, dadas las acusaciones”, afirmó.
“Es una decisión injusta”, criticó por su parte un tío del condenado, que junto con el resto de la familia apelará la sentencia.
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